Por primera vez en la historia del Vaticano se llevará a juicio a un cardenal, Angelo Becciu, por corrupción en relación a inversiones inmobiliarias
El tribunal del Estado de Ciudad del Vaticano comenzó la primera audiencia del primer juicio contra un cardenal, el exprefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Becciu, por un delito de corrupción relacionado con inversiones inmobiliarias.
La audiencia comenzó pasadas las 9:30 h local.
Junto con Becciu también están imputadas nueve personas y se enfrentan a acusaciones de delitos de malversación de fondos, blanqueo de dinero, fraude y abuso de poder durante la irregular inversión de unos 350 millones de euros en un edificio de Londres.
En 2019, la prensa italiana publicó que algunos funcionarios vaticanos habían sido suspendidos de empleo tras detectarse “graves indicios” de corrupción en un caso de inversiones inmobiliarias.
Se destapó entonces un escándalo que se remontaba a 2013, cuando la Secretaría de Estado compró un edificio en Londres y destinó fondos del Óbolo de San Pedro, institución que recoge donaciones de católicos para financiar obras caritativas de los papas y su actividad.
Por aquel entonces, Becciu era el responsable de esas operaciones, pues ocupaba el cargo de sustituto para los Asuntos Generales, puesto que dejó en 2018 tras ser designado por el papa Francisco prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos hasta septiembre de 2020.
Becciu siempre ha negado las acusaciones y en septiembre de 2020 presentó su renuncia como prefecto de la Congregación vaticana, decisión que no tomó de forma voluntaria, sino a petición del pontífice argentino, tal y como contó él mismo.
Renunció a su cargo y a sus derechos como purpurado, pero conservó su título y no podrá participar en un futuro cónclave.
El primer cardenal que será juzgado en el Vaticano
Será la primera vez que un cardenal se sienta ante el tribunal del Estado Ciudad del Vaticano.
Como novedad, el juicio contra Becciu se regirá por las nuevas normas emitidas por el papa el pasado 30 de abril en un “motu proprio” (documento pontificio) que asigna a la Justicia ordinaria del Vaticano los eventuales juicios penales a cardenales y obispos, hasta ahora competencia del Tribunal Supremo.
Becciu siempre ha defendido su inocencia y ha dicho que lo único que ha hecho es dedicar su vida a la Iglesia, y que este juicio servirá para comprobar las falsas acusaciones en su contra.
“Soy víctima de una maquinación deliberada en mi contra, y esperaba desde hace tiempo conocer los cargos que se me imputan, para poder desmentirlos rápidamente y demostrar al mundo mi absoluta inocencia”, dijo el 3 de julio, después de que el Vaticano anunciara la fecha del juicio.
En 1984, ingresó en el servicio diplomático de la Santa Sede y posteriormente trabajó en las Representaciones Pontificias en República Centroafricana, Sudán, Nueva Zelanda, Liberia, Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos.
El 15 de octubre de 2001, el ahora san Juan Pablo II le nombró nuncio apostólico en Angola, elevándolo al mismo tiempo a la sede titular de Roselle, con la dignidad de arzobispo; y un mes después, fue nombrado nuncio apostólico en Santo Tomé y Príncipe.
Ese año, en diciembre, recibió la consagración episcopal.
Uno de los hombres más potentes de la Curia
En julio de 2009, el papa emérito Benedicto XVI le nombró nuncio apostólico en Cuba hasta 2011, cuando pasó a ser suplente de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.
Su carácter afable y de buen trato le permitieron hacerse con un espacio destacado dentro del Vaticano y en junio de ese mismo año fue nombrado consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Durante el pontificado de Francisco se convirtió en un hombre de su confianza y en febrero de 2017 fue elegido delegado especial ante la Soberana Orden Militar de Malta, después de que el gran maestro de esta institución, Matthew Festing, de 67 años, dejara su cargo tras protagonizar tensiones con el pontífice argentino.
La seguridad que tenía Francisco en Becciu era tal que le nombró único portavoz en lo que afectara a las relaciones entre esta Sede Apostólica y la Orden y le delegó todos los poderes necesarios para decidir las eventuales cuestiones que pudieran surgir.
En paralelo a la investigación del inmueble en Londres, el pasado año una investigación del semanario “L’Espresso” afirmó que Becciu también habría enviado fondos de la Conferencia Episcopal Italiana y una vez del Óbolo de San Pedro a favor de una cooperativa perteneciente a su hermano Tonino.
Fuente: López Dóriga Digital