Siete personas fueron asesinadas en dos masacres ocurridas en dos municipios de Guanajuato, uno de los estados más violentos del país.
El primer ataque ocurrió alrededor de las 6:45 de la tarde, cuando cuatro hombres fueron asesinados al interior de un hotel ubicado sobre la carretera Uriangato-Morelia, en la comunidad de La Cinta, en Uriangato.
Según los testigos, pocos minutos antes de que se escucharan disparos en una de las habitaciones del hotel ingresaron a las instalaciones cuatro vehículos. Después de los disparos, salió una camioneta Chevrolet a toda velocidad.
Los policías municipales y paramédicos de Protección Civil que atendieron la emergencia encontraron en la habitación a cuatro personas tendidas con impactos de arma de fuego en varias partes del cuerpo.
Por los hechos la Fiscalía General del Estado inició una carpeta de investigación y el lugar fue custodiado por policías municipales, elementos de la Guardia Nacional (GN) y de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado de Guanajuato.
Cerca de las 9:00 de la noche, en Celaya, una familia fue víctima de otro ataque balazos en el Barrio del Zapote. Un menor de aproximadamente 10 años resultó herido y tuvo que ser trasladado a un hospital.
Los reportes de la emergencia indicaron que una serie de detonaciones se escucharon al interior de un domicilio ubicado sobre la calle Chapala, a unos cincuenta metros del cruce con Francisco I. Madero, donde varias personas resultaron baleadas, entre ellas el menor.
Efectivos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE), Guardia Nacional y del Ejército Mexicano se trasladaron al lugar de los hechos. Las víctimas fueron identificadas como José “N”, alias Don Pepe y Carmen “N”, conocida como Doña Carmelita. Ambos eran los padres de la tercera víctima, identificada como Ricky, conocido por ser el campanero de la Iglesia de San Francisco. Los testigos dijeron que fueron dos hombres los que entraron por la fuerza a la casa de la familia y dispararon en más de 20 ocasiones. Posteriormente habrían huido en una motocicleta roja con rumbo desconocido. La Secretaría de Seguridad Ciudadana confirmó la muerte de las tres personas y desplegó un operativo de búsqueda para intentar dar con los responsables.
Guanajuato, próspero centro industrial por donde corre una importante red de ductos y opera una refinería, se ha convertido en uno de los estados más violentos de México por la disputa entre los cárteles Santa Rosa de Lima y Jalisco Nueva Generación.
Las bandas pelean por controlar el tráfico de drogas y de combustible robado, entre otros delitos.
Desde diciembre de 2006, cuando el gobierno lanzó un controvertido operativo militar antidrogas, México registra más de 340.000 asesinatos, según cifras oficiales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, que como opositor criticó duramente esta estrategia, ha mantenido el despliegue de las Fuerzas Armadas y de la militarizada Guardia Nacional, que se encargan del grueso de las tareas de seguridad.
