Cargan con las esculturas de madera de Jesús y Simón Cirineo, que tienen más de 200 años de antigüedad, en andas de madera adornadas con flores y manzanilla. Además, al frente de la escultura de Jesús van dos niños vestidos de blanco.
En las tres caídas de la compañía se representan cinco momentos de la pasión de Cristo : la aprehensión, la sentencia, su encuentro con María, las tres caídas y la crucifixión.
Los cargadores dan dos vueltas al templo y en cada caída se cambian. Con cada caída el Cristo articulado es manipulado, para caer. Luego se levantan para continuar la procesión. Hasta la tercera caída Jesús será llevado al atrio, dónde finalmente es crucificado.
Es así como se realiza una de las principales tradiciones de la capital del estado.
En León celebran recuperar su tradición
Desde la colonia Chapalita en León, unas 300 personas llegaron desde las 10:00 de la mañana para vivir de cerca esta tradición.
Jorge Espinoza Tavarez personificó a Jesús de Nazaret, acompañado por unos 30 actores más, entre ellos niños que gustosos participaron por primera vez en esta celebración de Semana Santa.
El fuerte calor no fue impedimento para mantener a familias pendientes de lo que acontece y grabando con sus celulares guardarán el recuerdo de esta fecha.
Es algo significativo para los católicos, pasaron dos años para volver a vivir esta tradición ya ve por el virus no se realizó (…) cada año vengo con mi familia y mis hijos, pero ya no pudieron mis papás, por eso nosotros lo tomamos comouna tradición”, comentó José N. vecino
Una tradición que marca los participantes, que se adentran en su papel con entusiasmo y devoción, donde cada empujón y golpe son reales y las marcas en su cuerpo, son parte de hacer las cosas bien pues aseguran que es para trasmitir un mensaje de reflexión en esta semana Santa.
Un evento que tiene una duración de 5 horas y organizadores esperan que poco a poco se incorporen más espectadores.
Fieles vuelven a las calles de Celaya
Después de dos años de pandemia, este Viernes Santo, los vecinos del Barrio del Zapote, así como visitantes de Celaya y la región, volvieron a apreciar el tradicional Víacrucis, el cual tiene 83 años de realizarse.
El viacrucis del Barrio del Zapote es de los eventos más tradicionales, grandes y representativos de Celaya durante la semana Santa.
Hasta antes de la pandemia congregaba a más de 150 actores y la asistencia de más de 3 mil 500 espectadores. Este año se prevé la asistencia de entre mil 500 y 2 mil personas.
La tarde y noche del jueves, se representó ‘La última cena’ , ‘La aprehensión’ , ‘La despedida de su madre María’ y se reunió a 800 personas.
No respetaron
En el 2020 – el primer año de pandemia-, el sacerdote de la Parroquia de la Asunción en el Barrio del Zapote, Crisanto Rico, fue severamente criticado por la realización del viacrucis por las diferentes calles en plena pandemia del coronavirus Covid-19.
A pesar de que participaron sólo unas 15 personas, ese día tuvo que acudir personal de Protección Civil a cancelar la realización de las ‘tres caídas’, pues estaba congregando a centenas de personas, aun cuando la representación fue más breve que en años pasados.
Hace un año, para acatar las recomendaciones sanitarias y de la Diócesis de Celaya, se decidió no realizar la representación como se hacía en años pasados, únicamente se rezó el viacrucis en la explanada del templo con la asistencia de unas 40 personas, separados entre sí y siguiendo las medidas sanitarias.
José Concepción Gutiérrez Torres, director de escena de la representación del Víacrucis del Barrio del Zapote, dijo que este año llegaron más personas que querían participar en la representación a diferencia del 2019.
“Es un gran alivio poder regresar y hacer la representación como antes, ahora que la pandemia está más controlada, es un acto de fe que ayuda a evangelizar”, dijo.
Feligreses recorren calles de Pénjamo
La mañana de este viernes se realizó el viacrucis viviente organizado por los feligreses del templo de la Virgen de los Remedios, donde escenificaron la pasión y muerte de Jesucristo.
Durante este día Jesucristo sufrió su calvario en la cruz por la redención humana. El Viernes Santo significa el recuerdo de la crucifixión de Jesucristo, quien murió en la cruz para la salvación de la humanidad. Se considera un día de luto y penitencia; los fieles religiosos suelen guardar ayuno ese día.
El viacrucis viviente del templo de la Virgen de los Remedios, uno de los tres más importantes en la cabecera municipal, recorrió las principales calles de la ciudad para terminar en el Santuario, donde se crucificó al Rey de los Judíos.
Para brindar auxilio y asistencia a las personas que participa en estos eventos religiosos, cuerpos de emergencia de la localidad han desplegado un operativo para brindar auxilio a las personas que decidan asistir a los eventos.
Viven Pasión y Muerte en Jaral del Progreso
Decenas de familias de Jaral del Progreso viven la representación de la Pasión y Muerte de Cristo que inicio en el jardín principal dónde Jesús es presentado ante el Sanedrín, el tribunal que lo sentencia a muerte.
Enseguida se lleva la representación donde Pilatos dio la orden de ejecutar la sentencia de muerte, crucificándolo entre los ladrones (Dimas y Gestas).
Con la asistencia de decenas de personas, inicia el recorrido de Jesús cargando la cruz por calles principales. La procesión que es encabezada por soldados romanos.
En Victoria retoman tras pandemia
Cientos de personas nuevamente se dan cita en distintas calles de cabecera municipal para presenciar el tradicional Viacrucis Viviente, después de dos años que el evento fue cancelado por autoridades eclesiásticas derivado de la pandemia sanitaria causada por el Covid-19.