Entre las principales anomalías detectadas en los centros de rehabilitación del estado de Guanajuato, se ha identificado el ingreso de menores de edad sin autorización de algún responsable, lo que ha llevado a la Secretaría de Salud a realizar más de 200 inspecciones a lo largo de la entidad.
En el reporte más actualizado proporcionado por la dependencia, se contabilizaron 214 inspecciones al interior de los 346 centros de rehabilitación con los que cuenta la entidad, en su mayoría, ubicados en León, Irapuato, Celaya, Salamanca y Silao.
Con la realización de estas inspecciones, también se identificó la falta de servicios básicos y de infraestructura, así como una escasa planeación en los programas de atención personas con problemas de adicciones.
En este punto, cabe mencionar que en todo el estado se tiene el registro diferentes modelos de atención en dichos centros, partiendo desde el modelo de ayuda basado en la integración de agrupaciones de personas con adicciones.
Por otro lado, también se ha identificado el ingreso de usuarios en estado de intoxicación aguda, con síndrome de abstinencia o trastornos psiquiátricos, esto incluso en menores de edad. Esto es alarmante, pues en algunos de ellos no existe una valoración médica; por otro lado, existen deficiencias en la integración de expedientes.
Es importante decir que, incluso desde hace algunos años, las múltiples irregularidades detectadas en los centros, que van desde el consumo de drogas al interior de sus instalaciones hasta la comisión de delitos, han alarmado a las autoridades y a la dirección de anexos a nivel estatal; debido a esto, las medidas continúan implementándose.
De acuerdo con el secretario de salud, Daniel Díaz Martínez, en 2022 fueron aplicadas 9 medidas de suspensión en centros donde se identificaron algunas anomalías, lo que llevó iniciar procesos administrativos, que no cesarán hasta que se corrijan las observaciones.
Además de esto, se recibieron 18 reportes ciudadanos acerca del surgimiento de centros de rehabilitación; recordando que, hasta el mes de agosto, de los más de 300 existen en el estado de Guanajuato, solo 13 contaban con las certificaciones pertinentes.
De acuerdo a la Secretaría de Salud, estos requieren contar con certificaciones ante Cofepris, Conadic y la Secretaría de Salud para operar con regularidad, pero son pocos los centros que se han acercado a estas instancias para realizar los trámites correspondientes.
Además, se supervisa que cuenten con aviso de funcionamiento, y un responsable sanitario que dé seguimiento y garantice la formalidad de sus programas para el tratamiento de adicciones; sin mencionar que deben contar con reglamentos internos y un programa de trabajo para considerarles formales.