El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro de 65 años, confirmó el martes 7 de julio en una conferencia de prensa en Brasilia, que contrajo SARS-CoV-2. La declaración se produjo después de una nueva prueba el lunes 6 de julio que dio positivo. A pesar de la confirmación el presidente no mostró los resultados de la prueba.
«Estoy perfectamente bien», dijo Bolsonaro, usando una mascarilla y agregó que decidió realizarse la prueba después de presentar síntomas leves de COVID-19 el domingo 5 de julio (astenia, fiebre y dolor corporal).
El viernes pasado almorzó con ministros y empresarios en el Palacio da Alvorada, la residencia oficial del presidente. El sábado en compañía de su hijo Eduardo Bolsonaro y algunos ministros, asistió a un almuerzo conmemorativo de la independencia estadounidense en la residencia oficial de la embajada de Estados Unidos en Brasilia, donde estuvo con el embajador Todd Chapman. En todos los eventos hubo contacto estrecho con abrazos y apretones de manos sin el uso de mascarillas. Durante el fin de semana el presidente también viajó a Santa Catarina para volar sobre áreas afectadas por un fuerte ciclón que causó destrucción y muertes en el sur del país.
Según el informe de situación de la Organización Mundial de la Salud del 7 de julio, Brasil presenta transmisión comunitaria y es el segundo país de la región de las Américas con el mayor número de casos confirmados (1’603.055) y muertes (64.867).