Japón se queda sin espacio para almacenar agua radioactiva… y planea arrojarla al Océano

A 10 años del terremoto que destruyó la planta nuclear de Fukushima, los vecinos de la nación asiática han expresado su preocupación por el plan de verter el agua tratada en el mar.

Ante la falta de espacio para almacenarla, Japón liberará más de un millón de metros cúbicos de agua radiactiva tratada de la planta nuclear Fukushima Dai-Ichi destruida en el Océano Pacífico en el terremoto de hace 10 años, dijo este martes el gobierno.

La liberación controlada no ocurrirá hasta dentro de otros 2 años mientras Tokyo Electric Power se prepara para el proceso, según un informe del Ministerio de Economía, Comercio e Industria. El agua se diluirá antes de su liberación y el gobierno fortalecerá los esfuerzos para monitorear la radiactividad, dijo METI.

La decisión pone fin a años de debate sobre cómo desechar el agua suficiente para llenar más de 500 piscinas olímpicas, que se ha filtrado a las centrales eléctricas que sufrieron derrumbes tras un terremoto y un tsunami en 2011.

“La eliminación del agua tratada es un tema inevitable para el desmantelamiento de la planta de energía nuclear de Fukushima”, expuso el primer ministro Yoshihide Suga.

El agua radiactiva se bombea fuera de la instalación, se trata y luego se almacena en uno de los aproximadamente mil tanques que hay en el sitio. El procesamiento elimina la mayoría de los elementos radiactivos, excepto el tritio. Se prevé que los tanques de almacenamiento de agua en el sitio estén llenos a mediados de 2022.

Si bien los vecinos de Japón han expresado su preocupación por el plan de verter el agua tratada en el océano, las descargas son una práctica común en la industria y probablemente cumplirían con las pautas globales.

Este lunes, Corea del Sur expresó “grave preocupación” por el próximo lanzamiento, y China instó a Japón a abordar el tema con prudencia. Los grupos de pescadores locales en la prefectura de Fukushima también han dicho que se oponen firmemente a la liberación del océano.

Un panel dentro del METI de Japón recomendó al gobierno el año pasado que el agua debería ser liberada al océano o evaporada. La propuesta estipulaba que cualquier agua que se libere al medio ambiente se volverá a purificar y diluir para cumplir con los estándares y que las descargas tengan lugar durante décadas, según un informe de diciembre de 2019 de METI.

La Agencia Internacional de Energía Atómica dijo en un informe en abril de 2020 que esas recomendaciones estaban “basadas en un análisis suficientemente completo y en una base científica y técnica sólida”.

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